Que mejor manera de quitarme la espinita de no haber ido a Amsterdam antes de navidad, que yendo a Amsterdam!
Finalmente conseguimos ponernos 5 de acuerdo para alquilar coche y hostal, y allá que nos fuimos. Algo más de 700 km nos separaban, cruzando Alemania. Y que mejor máquina para hacerlo que un Renault Megane.
Y tras unas siete horas de coche, con parada en Alemania para comer los bocatas (que no serían los últimos #viajeslowcost) llegamos a Amsterdam, y sin perdernos!!! Y eso que no llevabamos GPS, pero venía Don Javier, a.k.a. TomTom humano.
Cuando llegamos ya era de noche, así que fuimos directamente al hostal, dejar las maletas y dar una mini vuelta por lo que nos pillaba más cerquita, y allí que nos fuimos a echar las primeras fotos.
Ya a la mañana siguiente, nos dispusimos a hacer el Free Tour, y la verdad que no defraudó. El único problema que tuvimos fue el tiempo, con lluvia intermitente, viento y en general bastante frío, o al menos el frío que está uno dispuesto a pasar haciendo turismo. Aún así nos pateamos toda la ciudad, sus montón de canales y puentes, visitamos su barrio rojo y degustamos sus quesos.
¿Alguien me explica que significa este cartel?
Y parada obligatoria durante cualquier visita a Amsterdam..... un Coffee Shop!! El guía nos recomendó un par de ellos, y como fumadores de marihuana no habituales que somos, fuimos al que nos dijo. La verdad que era bastante curioso, pues todas las paredes, techo, puertas, mobiliario, etc, estaban totalmente pintados con grafittis, pegatinas, rotuladores o incluso bolis. (Hasta te los vendían por si querias dejar tu impronta)
Y en una viaje sexo, drogas y rock&roll (sin sexo ni rock&roll) no podían faltar las setas alucinógenas. Aquí mi estado tras la ingesta de las trufas, la verdad que esperaba más, que me lo habían pintado muy bien, pero bueno, supongo que la próxima vez tomaré las que te hacen ver dragones.
La mañana del último día la empleamos en recorrer el mercado de los tulipanes y en visitar la Heineken Experience. La verdad que hizo muy buen día, así que pudimos aprovechar Amsterdam un poco más antes de coger carretera hasta Alemania.
Siguiente parada..... Bremen!!!! En nuestro recorrido de vuelta, pasamos por Bremen y Hamburgo, así que decidimos pasar la noche en Bremen y aprovechar el día siguiente para ver la ciudad. Lo único que sabía de Bremen antes de ir.... Los trotamúsicos!!! Y el Wender Bremen, y de ahora en adelante sabré que la cerveza Becks también es bremense.
Al ver el HauptBanHof me acordé de mis queridos interrailers.
Próxima entrada: 3 malagueños, 3 países, 6 ciudades, 10 días.
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